CRIA,MANEJO Y EDUCACIÓN DE LOS FRINGILIDOS

por manolomilenario Sáb Mayo 01, 2010 3:46 pm

Cría, manejo y
educación de los fringílidos

Por Pachi Becerril

Esta afición a la pajarería tan arraigada en nuestro
país; es todo un arte que no debe tomarse a la ligera. Un mal gobierno de estas
avecillas por desconocimiento del aficionado, se convierte en todo un crimen
que se comete con estas maravillosas criaturas que tantos momentos de placer
consiguen darnos.

Todo aquel que desee adentrarse en este mundo, deberá
dominar los diferentes estadios por los
que pasan estas aves para darles: una grata y larga existencia, ellos nos lo
sabrán devolver con creces, sus alegres trinos nos harán pasar extraordinarios
momentos.

Cría

Los mejores ejemplares provienen de la cría en cautividad, al haber
nacido en casa no extrañarán la jaula ni a las personas que los rodean. Hoy en
día; la cría en cautividad es ya un hecho y muchos de los aficionados es así
como lo hacen. Aunque otros los prefieren de “vuelo”, capturados en verano
cuando todavía lucen su plumaje de noveles. Esto tiene el inconveniente, de que
ya tienen muy cogido el canto y es muy difícil que lo abandonen por completo y
aprendan el que nos interesa a nosotros. Por supuesto que los hay que lo
aprenden y por eso se oye decir a los aficionados: “tengo un novel que me ha
copiado toda la cinta”. Pero esto es muy complicado y es muy pequeño el tanto
por ciento de pájaros que lo hacen. No así los nacidos en casa que aprenden con
más facilidad lo que queremos enseñarles.

Lo ideal sería que el macho
reproductor fuera a la vez el maestro cantor, pero esto es bastante difícil. Al
criar estos pollos con vista a los concursos de canto cuanto antes escuchen lo
que queremos que aprendan mejor será. Por lo tanto; entre el sexto y séptimo
día de vida deberemos separarlos de sus padres y criarlos a mano. Esta es una
operación no muy complicada, los pajarillos colaboran con facilidad y se crían
sin dificultad. Lo único que se necesita es una atención continua, los primeros
días; cada dos horas habrá que suministrarles el sustento, se puede hacer con
una jeringuilla o bien con un palillo. Desde el amanecer hasta el anochecer se
les dará una papilla de las muchas que se pueden encontrar en el mercado. Para
evitar que mueran de frío los pichones, se colocarán en un nido dentro de una
caja (las cajas de puros Farias son excelentes). Cuando ya están completamente
plumados (hacia los trece días), las tomas pueden espaciarse hasta las tres
horas, es entonces cuando ya los pondremos en una jaula y les suministraremos
alimento blando para que comiencen a comer por si solos, la almendra rayada por
ejemplo los estimula a picotear. En la mezcla de granos pondremos negrillo y
perilla pues son semillas blandas y las parten con facilidad. Entre los 30 o 35
días de vida comenzaran a valerse por si mismos. Es entonces cuando hay que tener
mucho cuidado y observarlos con mucha atención los dos o tres primeros días.
Hay que comprobar que parten bien el alpiste que será a partir de ahora la base
de su alimentación.

A la semana de estar ya en su jaula individual y ver nosotros que se
alimentan correctamente (esto será ya entre los 40 o 45 días), procederemos a
taparlos con una caja o funda oscura con el motivo de que estén en penumbra y así tranquilos comiencen a
pelechar. El que consigan tener cuanto antes el plumaje de adultos es muy importante
para su salud y bienestar y habremos superado con éxito el crucial periodo de
cría. Cuando los pollos estén ya completamente doblados, con su librea invernal
los podremos destapar. Es muy importante no sacarlos al campo o a la ventana
hasta la primavera, muchos aficionados veteranos son partidarios de no sacarlos
hasta la segunda muda cuando ya tienen un año de vida. “Si quieres tener un
pájaro de capricho, no lo muevas el primer año” me dijo hace ya muchas
temporadas un muy buen pajarero riojano.

Sobre la alimentación que debemos darles hay muchas controversias y
opiniones. Cada “maestrillo tiene su librillo” como muy bien dice el refrán. Yo
particularmente soy partidario para Jilgueros y Verderones de suministrarles
alpiste sólo. Para Verdecillos y Pardillos una mezcla al 50% de alpiste y
nabina. A todos ellos se les puede y debe dar cada dos o tres días en un
semillero aparte del comedero como complemento, semillas variadas: cardo,
negrillo, escarola, linaza, perilla, cañamones
y otras más a gusto del aficionado. El agua es también muy importante y
conviene darles agua de manantial o bien agua embotellada del comercio.

De los muchos tipos existentes de jaulas, yo me decanto por la
valenciana por considerarla la más idónea para el mantenimiento de estas aves.
Esta es una jaula de “reclamo” de 20 por 18 centímetros y 11 de fondo. Se
pueden conseguir fácilmente de buena
madera (duran para toda la vida, yo tengo algunas que tienen 30 años y están
como el primer día), o bien de plástico, cómodas y de fácil limpieza. Es muy
importante que el pájaro no pueda llegar al suelo de la jaula, así no podrá
picotear los restos de granos que se le hayan podido caer. Se pasará un sedal
fino de pesca a unos 2 centímetros por debajo del palo o caña donde se posa. Este
sedal hará la función de rejilla e impedirá que el ave pueda llegar a estas
semillas. Si el pájaro picotea en los excrementos secos que se quedan en el
sedal no pasa nada, es por que necesita esa cal. Otra cosa es cuando picotea
los restos de semillas, que sobre todo en el verano al mojarse con el agua que
derrama el pajarillo al bañarse, o con los excrementos que les caen encima
fermentan. Ese es el mayor peligro para la salud de nuestros ejemplares, todos
los individuos que adquieren esta perniciosa costumbre acaban enfermando y a la
larga muriendo. Pero habrá sido simplemente por nuestro mal gobierno, si
evitamos que pueda picotear del fondo de la jaula, y tenemos cuidado de no
dejarlos sin comida ni bebida (por accidente), el pájaro podrá vivir una larga
y plácida existencia. Si por el contrario, no tenemos cuidado y el pájaro puede
bajar al fondo de la gábia, no vivirá muchos años y estará continuamente
enfermo. Otro de los problemas que pueden incidir en su salud, es el peligroso
piojillo rojo, los va minando poco a poco y terminan por llegar a un estado tan
lamentable que mueren. En el mercado hay muchos productos de calidad que con un
uso periódico evitan este problema. Por supuesto que la buena calidad de las
semillas que les suministremos también ayudarán mucho al mantenimiento de su
salud.

No soy partidario de darles ninguna medicina, es mejor prevenir que
curar. Estos animalitos tienen entre 10 y 12 gramos de peso, si cuando
detectamos el problema han pasado dos o
tres días ya habrán perdido para entonces mucha masa muscular, es muy difícil
recuperarlos por que en esos momentos lo único que hacen es beber continuamente
pues se están quedando deshidratados. Yo tengo la costumbre cada 15 días, de darles unas gotas de limón
en el bebedero. El limón es un potente limpiador del intestino y con esta
sencilla acción podemos evitar un montón de problemas. Una vez a la semana
también les pongo en un golosinero un poco de grit, les va muy bien pues pican
esas piedrecitas que almacenan en su molleja y les sirven de muelas para
triturar el grano, así es como lo hacen en el campo. Sólo en tiempo de muda les
suministro productos farmacéuticos, concretamente aminoácidos. Se comercializan
con el nombre de “vitaminas para la muda” o “correctores para la muda”, este es
el momento más crítico de su existencia y con este aporte vitamínico y otras
pequeñas ayudas no tendrá problemas para superarlo. El ejemplar adulto, si hace
una buena muda y no tenemos un despiste con él (dejarlo sin comida o agua, una insolación, o ponerlo en una fuerte
corriente) prácticamente tenemos ya garantizado otro año de vida, hasta la
siguiente muda.

La muda como ya he dicho es el momento más crítico de estos animalitos.
El aporte vitamínico es imprescindible, pero también otra clase de ayuda. Yo
les hago lo que viene en llamarse “muda forzada”. Esto en realidad no es más
que una preparación para que ellos suelten
las plumas viejas y se vistan lo más rápido posible. En la primera luna
cuarto creciente de julio los hecho a mudar, en cuarto creciente mudan en cinco
semanas, en cuarto menguante son siete. Merece la pena tener en cuenta este
detalle, dos semanas son muchos días que les podemos ahorrar, hay que tener en
cuenta que en este periodo es cuando más débiles están y cuando pueden enfermar
con mayor facilidad, si se les “corta” la muda tendrán muchas papeletas para
morir o para salir muy flojos con lo que pasarán el año sin ninguna
vitalidad.

Muda

Una semana antes del cambio de luna, baño a los pájaros
(adultos) con un pulverizador y los pongo al sol hasta que están secos, una
media hora más o menos. Así un día tras otro, con esto se consigue que las
plumas se vayan resecando y que caigan con más facilidad. Llegado el día
escogido, cojo a los pájaros en la mano y con mucho cuidado, voy quitándoles
todas las plumas largas de las alas y cola, a continuación los rocío con vino
blanco o vinagre y los tapo con unas cajas de madera a las que hago tres
pequeños orificios para que puedan respirar. Estas mismas cajas son las que uso
para tapar a los jóvenes durante todo el tiempo que dura la primera parte de su
educación (se pueden sustituir estas cajas por fundas de tela de color oscuro).
Cada dos o tres días los arreglo de agua y comida. Para los tres o cuatro
primeros días veremos como rompen a tirar el plumón, eso quiere decir que lo
estamos haciendo bien. Pasadas las cinco semanas tendremos a nuestros
ejemplares con sus nuevas plumas. A los 15 días ya los podremos ir campeando si
nuestra intención es usarlos como reclamos en octubre. Dependiendo de cada
ejemplar, pero normalmente para mediados de septiembre ya estarán en canto.

Educación de los noveles

Una vez que ya parten el alpiste correctamente, colocaremos a los noveles cada uno en su
jaula y los taparemos; bien con cajas de madera o cartón, o con fundas de tela
oscura.

Lo más recomendable es tener un maestro cantor, pero esto es muy
difícil. Pocos aficionados tienen (tenemos) un pájaro con un buen repertorio y
lo más importante; sin defectos. Pocos son los
que hoy en día educan a sus noveles con maestro tal y como se ha venido
haciendo desde tiempos inmemoriales. Maestros buenos para educar hay muy pocos,
es muy difícil sacar un pájaro con mucho repertorio, con buena voz, con
cantadas de auténtica calidad y limpieza. Pájaros buenos hay muchos, pero
primeros “espadas” muy pocos. El que no cojea por un lado cojea por otro, al
que no le falta una cantada básica le faltan adornos, al que le sobran los
adornos le falta timbre..., en fin, podríamos así seguir y no acabar nunca. Actualmente, este problema de falta de un
maestro está superado. Con la tecnología de que disponemos, el que más y el que
menos tiene un cassette o un
reproductor de discos compactos. Las cintas y CDs con recopilaciones de cantadas
perfectas están al alcance de todos los aficionados, y es más, en realidad lo
que hay es una auténtica invasión de grabaciones que no hace más que confundir
a los aficionados poco avezados o inexpertos.

Según estudios realizados en la Universidad de Berkeley (California) en
la década de los ochenta, quedó, científicamente demostrado por el equipo de
biólogos, que durante años estudiaron el tema, que los pájaros aprenden el 80%
de su repertorio entre los 7 y los 21 días de vida. Si nosotros damos esto por
bueno (no vemos motivo para ponerlo en duda), no hay que pensar mucho para
darnos cuenta de que tenemos que empezar la educación de los noveles cuando
tengan siete días de vida. Tendremos que aislar a estos pollos y no permitir,
que escuchen otro sonido que no sea el que pretendamos que copien.

Los pájaros deberán estar cubiertos hasta que comiencen a cantar.
Primero lo harán de forma atropellada estando todavía tapados, pero también hay
algunos, que de bien jovencitos se les ve por lo que cantan que tienen clase.
Ahí es donde tiene que intervenir el criador, sabiendo distinguir lo bueno de
lo malo. Hay que captar la diferencia entre la calidad y el canto vulgar. El
pájaro que va a su aire y no quiere aprender, hay que separarlo inmediatamente
para que no contagie con sus malas pasadas a los demás pichones.

Los pájaros, al igual que las personas están aprendiendo a lo largo de
toda su vida. Cuando ya son adultos y se ponen a mudar, si disponemos de otro
ejemplar que cante mejor que él, se lo podemos arrimar, y es posible que en
esta muda aprenda más que cuando era pichón. Si el pájaro es bueno y le gusta
asimilar lo que oye, estará aprendiendo hasta su muerte. La cinta o CD hay que
ponérsela todos los días de su vida, aunque sea una sola vez al día.

Educación mecánica (cinta o CD)

Partiendo de la base, de que disponemos ya de una buena grabación, y lo
que deseamos, es poder educar unos pollos con la esperanza, de que asimilen si
no toda la grabación si una gran parte de ella, comenzaremos la educación con
este método. Hay muchas controversias entre los aficionados entre las horas de
audición que hay que proporcionarles. No soy
partidario de que escuchen las
grabaciones de sol a sol. En su hábitat
natural, el macho no está cantando
horas y horas posado cerca del nido. Con tres o cuatro horas diarias es más que
suficiente, si los machacamos obligándoles a escuchar la grabación muchas
horas, al final no hacen ni caso y todo el tiempo invertido en ellos habrá sido
baldío.

Educación con maestro cantor

Para esta forma tradicional de enseñanza, se necesita un ejemplar que
reúna las condiciones que nosotros consideremos óptimas para traspasar a los
noveles. Deberá tener mucha variación en su repertorio, tono, pausa y
preparación para el cante. Es muy importante el número de crías que se les
pueden poner, lo más interesante sería educar sólo a un pollo, pero esto tiene
el inconveniente de que si o bien
muere, o bien no tiene condiciones para copiar, habremos malogrado la
temporada. De tres a cuatro jóvenes será el número máximo que le pondremos.
Conviene no poner al maestro en la misma habitación, en el campo el macho no
canta en el mismo árbol donde está el nido, lo hace un poco más alejado, entre
los 20 y 50 metros. Colocado en un habitación cercana podrá ir soltando su
repertorio, y los pollos no lo castigarán cuando hacia los 50 días los más
precoces comiencen con su incipiente repaso; si están en la misma habitación,
el maestro podría excitarse y cantar en un tono más elevado, podría derivar su
canto hacia la brega, sacando un canto vulgar y olvidando las buenas pasadas
que nos interesan a nosotros.

Ya sea con maestro o con medios mecánicos, la educación no terminará
nunca, como ya he comentado, los buenos ejemplares están aprendiendo durante
toda su vida.

Es muy importante escuchar lo que van repasando los noveles. Hacia
octubre; empiezan ya algunos a dar el canto que han aprendido, otros se
retrasan hasta diciembre. Es un momento muy delicado, si lo que dicen no es
bueno hay que separarlos rápidamente de los demás o los contaminarán sin
remisión. Lo ideal sería aislarlos para que no se pudieran oír entre ellos. Hay
que buscar el pájaro que se destaque de los demás por su asimilación a lo que
ha escuchado. Si un ejemplar da una pasada que te gusta pero tiene otras dos
que no, no lo dudes ni un segundo, despréndete de él, regálalo. Puede servir
para reclamo o para criar, pero nunca va a servir para el canto de selección.
Hay que buscar la perfección, no medios pajaritos. Tenemos que ser muy
estrictos en la selección, si no nunca avanzaremos, y nunca conseguiremos sacar
un pájaro de los llamados de “bandera

Preparación para concursos

Si pretendemos presentar nuestros ejemplares en los concursos que se
celebran en la primavera, deberemos moverlos sin descanso. A principios de
enero, los días soleados y sin viento comienzan a ser propicios para el campeo.
Contra más días salgan al campo, mejor será. Conviene llevarlos en el coche,
así también se acostumbrarán a los viajes y no se asustarán el día del
concurso. Los pájaros se pueden llevar en transportín o en fundas de tela, eso
queda a gusto del aficionado. Una vez en el paraje escogido, los colgaremos de
perchas, imitando lo más posible la situación de un concurso, media hora es una
buena medida de tiempo. Los primeros días extrañaran esta nueva actividad, y
cantarán muy poco o nada. En unos días se irán acostumbrando y romperán en
canto, poco a poco nos irán diciendo las posibilidades de cada uno. Estos
primeros días de campeo son muy emocionantes, o muy decepcionantes si no se
cumplen las expectativas que teníamos puestas en nuestros ejemplares.

Resumen final

Hay que tener también un poco de suerte, o mucha suerte para tropezar
con el pájaro que tenga condiciones
para aprender todo lo que le enseñamos. Y luego; también hay que tener suerte
si sacamos este pájaro para que sea valiente y seguro, y nos cante allí donde
lo llevemos a cantar. Para eso necesitará de nuestra ayuda, no se puede tener
un ejemplar todo el año colgado de su clavo, ponerlo en un transportín,
llevarlo al concurso y pretender que cante. Al pájaro (insisto), hay que
moverlo sin descanso. Los buenos ejemplares para concurso desde los primeros
días empezarán a cantar en la estaca, pero desgraciadamente no todos valen para
esto. Si no vale para los concursos pero no tiene defectos, lo podremos dejar
como maestro, pero si no vale para concursar y su calidad no tiene el nivel
suficiente para guardarlo como educador, lo deberemos poner como a los
futbolistas: en la lista de traspasos.